Tlatelolco 68

Se desangró la sombra
que los guardaba en la noche.
Volvieron a las tinieblas,
olvidados,
y la daga que calló su protesta silenciosa
volvió a instaurar el miedo
donde el insomnio vence al sueño.

Psi queda

Psique da el deseo de conocer.
Sí que da el deseo de eco no ser.
Si queda el deseo de conocer,

sólo en la sed encontrará la saciedad.

Versos de verano

Cuando sea permanente la quietud de las olas
y se irise tu cuerpo carente de materia;
cuando cese el constante transcurso de las horas
y se esfume, cual humo, del mundo la miseria

dejaré de buscar tu piel en cada abrazo,
y esta pluma que traza el camino de regreso
al asilo que ofrecía de noche tu regazo,
se detendrá, librándome al fin de este verso.

Día 6

Si tuviera al menos un soplo

del poder que tu voz exhala

fundaría un nuevo silencio

que articule lo que el sueño calla.

No me busques en mi nombre,

ni en la tina ensangrentada.

No me busques, que he marchado
a ausentarme de mi ausencia.

La ubérrima promesa de tenerte
mientras te aprisionaba entre mis piernas
se ha roto y, con ella, he derramado
cien lágrimas que al mar buscan, ignotas.

Me invade ahora el miedo cuando pienso
que el mar encontrará pronto mi llanto
y cuando se incorpore a su marea
nunca podré librarme del constante
murmullo del oleaje en que renaces.

Hoy reviven los muertos
entre la flor y el color
y traen consigo recuerdos
de amistad y dolor.